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Entrevista a Susana Frisancho

«Son pocas las personas que desarrollan los niveles más altos de razonamiento moral»

Publicado: 2020-01-30
Desde hace tres años Susana Frisancho colabora con la Biblioteca Infantil de Bena Jema, que hará posible que los niños de esta comunidad nativa ubicada en Yarinacocha (Ucayali) tengan un espacio para leer, escribir y oír cuentacuentos. Es profesora de los cursos Construcción del conocimiento y Ética profesional en el Pregrado de Psicología y del curso Psicología del desarrollo moral y la formación ciudadana en la Maestría en Cognición, Aprendizaje y Desarrollo de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es Ph. D. en Psicología del Desarrollo por la Universidad de Fordham (Nueva York), magíster en Psicología y licenciada en Psicología Educacional por la Pontificia Universidad Católica del Perú.

¿Cuál es la diferencia entre ética y moral?
La moral son las costumbres sociales, que varían porque son sociales. Por ejemplo, la moral de determinados grupos indica que una familia está conformada por el papá, la mamá y los hijos. La ética es un ejercicio de reflexión crítica sobre esto. Es preguntarse ¿de dónde viene ese mandato?, ¿se están vulnerando derechos?, ¿es justo que sea así? Cuando piensas en principios, justicia, bienestar y reflexionas críticamente, ya sales del plano de la moral para ingresar a la ética.
¿La ética está siempre en construcción?
La ética no debería depender de ninguna ideología sino de una construcción crítica, del razonamiento en término de principios. Cuando se entiende así, tú vas a ver enormes coincidencias entre personas que pertenecen, por ejemplo, a religiones diferentes pero que asumen principios que consideran justos, legítimos. Entienden el valor de la vida, de la diversidad (más allá de lo que su sistema de creencias les diga). Debemos convivir de manera respetuosa con gente que piensa distinto. Hay que razonar en términos de principios que sean válidos para todas las personas.
En un video de Aula Abierta de la PUCP hablabas del razonamiento moral, que tiene como etapas al razonamiento egocéntrico, al que opera según el contexto social y al razonamiento según los principios universales. ¿Los tres acompañan a la evolución de la persona? ¿A un niño le correspondería un razonamiento egocéntrico y al adulto el de principios universales?
En el mundo ideal es así, en el mundo real no. Se supone que el adulto tiene todas las capacidades para razonar de manera principista: debería ser inclusivo moralmente, entender la justicia de manera amplia, etc. Pero ese potencial no surge espontáneamente. Los adultos, en su mayoría, no han tenido un proceso educativo que les permita desarrollar esas habilidades potenciales. Es como sucede con la voz: puedes tener una gran voz, pero si no la educas y no estudias música, no llegarás a ser una gran cantante. Son pocas las personas que desarrollan los niveles más altos de razonamiento moral.
¿Consideras que la escuela es un espacio privilegiado para desarrollar este razonamiento?
La escuela es fundamental, está pensada para eso. La familia no sabe cumplir con ese mandato; tiene peso, pero no es determinante. Hay familias más autoritarias y otras más democráticas. Además las personas tienen otras influencias: los medios de comunicación, otros grupos en los que participan, las características de la personalidad también influyen. La escuela puede compensar las deficiencias que se encuentran en la socialización de la familia si hay una buena escolaridad.
Como psicóloga educacional, ¿has podido ver en Lima qué colegios desarrollan este aspecto?
La mayoría de colegios no tienen una propuesta para esto. Son autoritarios, razonan de manera convencional (pegados a la norma y centrados en la sanción). Son escasos los que tienen una propuesta de participación ciudadana y otro sistema de disciplina. Los colegios con propuestas innovadoras son muy pocos.
¿Como ciudadanos vemos la diferencia entre lo legal y lo legítimo?
Para entender lo que es legítimo se necesita un razonamiento más complejo. Lo legal es más fácil de distinguir: leemos qué dice o no la ley. Algo legítimo es algo que yo construyo porque entiendo que detrás hay un principio de justicia. Soy capaz de darme cuenta que hay leyes que no son justas y que hay que cambiar.
Después de estudiar durante quince años la felicidad de los peruanos Jorge Yamamoto llegó a la conclusión de que somos «cínicamente felices, sostenidamente subdesarrollados y permanentemente proclives a la corrupción». ¿Qué opinas?
Es una felicidad instrumental y demuestra un desarrollo moral muy bajo. Si la meta es satisfacer las necesidades sin importar el camino, quiere decir que la persona no se ha construido en términos éticos.
¿Una persona ética es más feliz?
Sin duda una persona ética es más feliz. Hacer las cosas bien es difícil. Más fácil es hacer las cosas mal, salirte con la tuya, ir por el camino corto. Por supuesto que te cuesta amigos. Si tú valoras actuar éticamente, eres más feliz, tienes una vida más satisfactoria.
Para ser consciente de esto se tiene que dar primero un proceso de identidad moral.
La identidad moral pasa por pensarse en términos éticos. Cómo me conceptualizo desde una dimensión ética es una variable que se debería ayudar a construir tanto en casa como en el colegio. A veces no existe el espacio para mirarse a uno mismo, salvo en el caso de la terapia psicológica: que es un espacio para mirarse y reflexionar (que muy poca gente tiene). La gente reflexiva reflexiona sobre lo que hace si tiene el espacio. La escuela es el espacio de comprensión por excelencia. Lo terapéutico es un remedio cuando hay un problema o una emergencia. La escuela es preventiva, tiene que construir personas saludables.
Otro de los temas que te interesan es la construcción de conocimiento y eso me lleva a preguntarte por la Biblioteca Infantil de Bena Jema. ¿Cómo va este proyecto?

Ahora mismo hay una profesora irlandesa, que es parte de la Universidad Nacional Intercultural de la Amazonía, que va a leer cuentos los miércoles. Gracias a la Asociación Bari Wesna (integrada por personas que abren y cierran la biblioteca, fumigan y se encargan de otras labores) estamos avanzando poco a poco. Empezamos desde cero en un terreno pelado que nos cedieron. No hemos tenido ayuda de empresas privadas ni de instituciones del Estado. La excepción ha sido la empresa Olva: agradecemos su apoyo y su ofrecimiento de transportar las cosas gratuitamente. También quiero resaltar el apoyo de personas que confían en el proyecto y nos han dado dinero, libros, un televisor y una computadora.

¿Qué te motivó a emprender este proyecto?

Como psicóloga educacional, sé que el contacto temprano con los libros es fundamental para el desempeño escolar, el desarrollo de ciertas capacidades cognitivas y para la vida en general. Hay una diferencia abismal entre los niños que tienen libros en sus casas y sus papás les cuentan cuentos, y los que no tienen esa experiencia.  

Valoro la oralidad de las culturas indígenas, pero los miembros de la comunidad también se mueven en un mundo letrado y es importante entender un contrato, una noticia. Además de la parte lúdica de las historias, leer genera ciudadanía, amplía tu visión del mundo, incide en el desarrollo moral.

¿Cuál es la diferencia entre los niños que tienen contacto con los libros desde pequeños?
Entienden que hay diferentes tipos de libros, saben responder a preguntas referidas a la lectura. La lectura tiene una función simbólica. Como ciudadano los pone en contacto con la diversidad (saben de otras realidades, se ponen en el lugar del otro). Son niños que a futuro sabrán leer cifras, un cuadro estadístico, no los engañará un banco, un político. La persona que no comprende lo que lee está en una desventaja enorme.
¿La lectura contribuye a la formación de ciudadanos más éticos?
Lo veo de manera indirecta. Hay gente que es analfabeta y es muy ética, hay gente que es muy culta y no es nada ética. No es causa-efecto. Ayuda, pero no es condición suficiente.
¿Puede uno decidir de un día para otro ser más ético?

Sí puede, es tomar conciencia, es decidir hacer un esfuerzo. A veces se da por un acontecimiento que te remueve o por un hecho traumático que te da información de golpe sobre algo que desconocías. Pero también puede ser por un proceso de reflexión constante.


Entrevista realizada el jueves 16 de enero del 2020 en Gianfranco Caffè (Miraflores).


Escrito por

Ana Rodríguez

Lima, 1981


Publicado en

Los jueves

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