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Entrevista a Álvaro Valdivia Pareja

«Muchos sobrevivientes a pérdida por suicidio no hablan del tema porque es muy doloroso; evitan conscientemente conectarse con el recuerdo pensando que el dolor se va a ir, pero no es así»

Publicado: 2021-01-28
Licenciado en Psicología por la Universidad de Lima, Álvaro Valdivia cursó el Máster en Salud Pública en la especialidad de Prevención del Suicido en el Karolinska Institutet (Estocolmo) y hace tres años fundó Sentido (Centro Peruano de Suicidología y Prevención del Suicidio). Asimismo, es docente en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas y publicó los libros Suicidología y Retos clínicos y sociales del suicidólogo.

¿Qué es la suicidología?

La suicidología es una especialidad que suele relacionarse con otras disciplinas o carreras (como la psicología y la psiquiatría) y tiene tres áreas de trabajo: la salud pública, la investigación y la intervención terapéutica. Desde la perspectiva de la salud pública, que es una de las que más me está gustando hace un tiempo, hacemos programas de prevención para comunidades, colegios, universidades y población en general. Se suele preferir trabajar en prevención primaria (con personas que no tienen problemas relacionados al suicidio, para que no los vayan a desarrollar).

En investigación hacemos estudios con diferentes variables: ideación suicida, depresión, diferentes diagnósticos.

En la parte de la psicoterapia trabajamos con distintas poblaciones. Las dos principales son las que están en riesgo suicida y en duelo por suicidio. Hacemos psicoterapia individual o trabajos con aliados terapéuticos (personas que eligen para que nos ayuden como terapeutas en una crisis, por ejemplo en caso no podamos contestar su llamada).

¿Solo los psicólogos trabajan la prevención primaria?
Hay un concepto interesante, que es el del gatekeeper (literalmente sería ‘guardián de la puerta’): una persona que por su tipo de vida o trabajo está en contacto con muchas personas en riesgo de suicidio. Uno de los trabajos más bonitos es entrenar y capacitar a los gatekeepers para que identifiquen señales de alerta, para que pueda hacer prevención de crisis, derivación, seguimiento y acompañamiento a las personas que buscan un tratamiento profesional. Gatekeepers hay un montón: bomberos, serenos, profesores. No se incluye aquí a los psicólogos ni psiquiatras porque el gatekeeper no es un profesional de la salud mental).
¿Se han identificado las causas del suicidio? ¿El cansancio crónico es una de ellas?
Causas para el suicidio hay como personas en el mundo. Sí hay factores de riesgo que son estudiados y se presentan en la población en general: diagnósticos psiquiátricos, consumo de sustancias, dolor crónico (que podría estar asociado a cansancio crónico también), pérdidas, historial de estrés postraumático, traumas en diferentes niveles. Hay más riesgo en la población adolescente y quienes han tenido intentos previos o duelo por suicidio tienen más riesgo. El suicidio es un proceso multicausal.
Se ha estudiado que cada persona, en promedio, vive dos adversidades serias a largo de su vida. ¿Hay alguna estadística que indique que a más adversidades, mayor riesgo de suicidio?
Hay algunas poblaciones con determinados diagnósticos psiquiátricos que suelen hacer muchas crisis recurrentes en su vida: es una población de gran riesgo, que se asocia mucho al intento de suicidio o fallecimiento por suicidio. Además de estas poblaciones, se ve que cuando una persona tiene cualquier tipo de experiencia perturbadora, que le genera experiencias traumáticas...

Las crisis de eventos altamente estresantes en tu vida como el fallecimiento de un familiar, la pérdida traumática de dinero, los desastres naturales, el abuso sexual, etcétera, son eventos traumáticos, pero hay cosas supuestamente más pequeñas para la sociedad que para la persona que lo vive pueden ser igual o más traumáticas: que a un niño le digan «tonto», «gordo», «feo» durante mucho tiempo puede afectar su salud mental igual o peor que los otros eventos. Esto depende de las características subjetivas y la historia de la persona. Si para la persona la vivencia es adversa, puede ser un factor (no la causa porque el suicidio es multicausal).

Me comentó que los adolescentes son una población de riesgo, ¿por qué?
En general sí. El suicidio no discrimina, cualquier persona se puede suicidar (niños, adultos, adultos mayores). Los últimos estudios en epidemiología indican que por las características neurobiológicas de los adolescentes y por los cambios que atraviesan, suelen configurar una población, en general, de más riesgo tanto en intento como en fallecimiento por suicidio.
Ana Estrada ha presentado una demanda de amparo contra el Estado para acceder a una muerte digna con el apoyo de la Defensoría del Pueblo. ¿Qué opinan los psicólogos del suicidio asistido?
Es la opinión de cada uno, no hay un consenso entre los colegas. Ella busca un suicidio asistido por una vía legal y yo respeto por completo su decisión y siento admiración por ella. Habría que entender cuál es el concepto de suicidio asistido. Hay dos definiciones de suicidio asistido: cuando tú le pides a alguien que te asista porque físicamente no lo puedes hacer (no necesariamente del Estado) y esto no es para nada común; la otra que es supercomún es el suicidio asistido que se obtiene al acceder a información que aparece en todos los medios de comunicación (muestran la foto, lo que tomó la persona y toda esa información se hace pública y llega a personas que están en riesgo). Esto último es muy grave: las noticias no deberían dar esa información.
Hace falta formar a los periodistas para que informen sobre este tema, tal como sucede en los casos de violencia a la mujer.

Claro. En fallecimiento por suicido hay mucho morbo y es un suicidio asistido mucho más común mediante memes, fotos, noticias. Nosotros hemos dictado un curso específico para periodistas, para enseñar cómo tratar estas noticias.

En los medios aparece que alguien falleció por suicidio por una razón (por ejemplo, por una ruptura de pareja); sin embargo, es un disparador, un detonante, es un factor de riesgo agudo, pero no es el único. Hay una problemática que contribuye a que este proceso suicida se mantenga en el tiempo y que luego tenga una conducta.

¿Qué se recomienda a la familia y amigos que atraviesan un duelo por suicido?

Lo óptimo es recibir tratamiento profesional. Es un tema absolutamente estigmatizado, oculto, negado. Las familias no lo hablan porque es muy doloroso, a veces nunca lo hablan. Es tan traumático que las personas piensan que se van a poner peor al hablar y no lo quieren recordar. Hay un término en psicología que es la «evitación experiencial», consiste en el hecho que una persona que ha vivido algo doloroso evite conscientemente conectarse con el dolor, con el recuerdo; por ejemplo, no habla de lo que pasó, cierra su cuarto, no ve sus cosas, se muda a otra casa, habla de otro tema. Se piensa que al evitar el dolor, se va a ir pero no es así: los estudios demuestran que el trauma no es solo racional: está en el cuerpo, en las emociones…

Una de las cosas que más evitan es ir a terapia porque implica sacar todo y creen que eso va a ser peor. Sin embargo, la evitación experiencial te conduce a tener depresión y poder hablar con otras personas te ayuda. En el grupo que yo dirijo se puede hablar de cosas que no vas a escuchar en otro lado, nadie te va a sostener como alguien que sabe lo que has vivido.

El dolor puede somatizarse…
Siempre hay somatización. Hay investigaciones que te muestran los tipos de somatización que hay después de una pérdida por suicidio y por el trauma en general. Hay problemas físicos reales (al corazón, al pulmón, entre otros) que iniciaron por somatización, pero se mantienen.
Además de la terapia psicológica que es insustituible, ¿la práctica del yoga, la meditación ayudan?
Todo en lo que uno crea, ayuda. Mi respuesta es un poco más flexible ahora. La terapia y la ayuda familiar tienen evidencia y el resto de prácticas no, pero muchas personas han hecho de todo: yoga, reiki, salir de viaje, etc. Es tan traumático que buscas por donde sea: eso que encuentras en el camino te ayuda de forma transitoria en los momentos que atraviesas. Eso sí: una recuperación a mayor profundidad se da con un trabajo terapéutico largo.
Todos deberíamos ir a terapia psicológica. Es un espacio para pensarse. ¿Qué se podría hacer para fomentarlo?
Sería lo ideal. Por mi experiencia como profesor, creo que hay educar desde el colegio. La gente tiene que saber que es importante la salud mental. En psicoterapia hay opciones para todos los niveles socioeconómicos: desde centros de salud mental comunitaria gratuitos hasta lo más caro que te puedas imaginar. Los hospitales psiquiátricos son de muy bajo costo: en Lima tenemos el Hospital Hermilio Valdizán, el Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado y el Hospital Víctor Larco Herrera.
Trabaja en atención clínica desde el 2007, ¿qué lo motivó a fundar y dirigir Sentido?
Soy psicólogo clínico y suicidólogo, y la razón por la que me dedico a este trabajo es porque yo también he tenido pérdidas por suicidio. Cuando se ingresa al mundo de la suicidología, generalmente se hace pensando en la prevención, el suicidio es una muerte muy prevenible: la sociedad entera es la encargada de hacer prevención.
¿Qué es Sentido?

Sentido es un centro especializado en suicidología y prevención del suicidio. Hacemos trabajos con familiares, con personas que tienen otras problemáticas. Todo lo que hacemos en el centro se apoya en evidencia científica. Quienes han perdido a alguien por suicido pasan por un duelo superestigmatizado, muy invisibilizado. Hace cuatro años dirijo un grupo de duelo por suicidio, es un trabajo gratuito, de proyección social. Por la COVID-19 hemos migrado al Zoom porque considero muy importante seguir llegando a las personas que no tienen otro lugar para hablar de lo que pasó.


Entrevista realizada el viernes 15 de enero del 2021 en Sentido (Miraflores).


Escrito por

Ana Rodríguez

Lima, 1981


Publicado en

Los jueves

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